La culpa es una emoción que puede volverse realmente abrumadora cuando nos enfrentamos a decisiones que pueden resultarnos difíciles, especialmente si estas decisiones tenemos que tomarlas en el ámbito de las relaciones de pareja.
Si te has dado cuenta de que ya no sientes lo mismo por tu pareja es normal que aparezca la culpa. Tal vez pienses que le estás fallando, que estás rompiendo una promesa o que puedes hacerle daño al tomar una decisión que cambiará vuestras vidas. Pero aquí hay dos cosas sumamente importantes que debes tener en cuenta. Por un lado, no puedes obligarte a seguir queriendo a alguien, y por otro, dejar de sentir amor no te convierte en una mala persona.
El amor cambia, y a veces, aunque duela, se acaba
Sentir amor por tu pareja no garantiza que siempre sentirás lo mismo. En las relaciones, es natural que los sentimientos evolucionen, pasando de un sentimiento más intenso en el principio de la relación a un sentimiento más seguro, tranquilo y estable a medida que la relación avanza. Otras veces, el amor no es que se transforme, sino que simplemente se desvanece. Y cuando esto sucede, es normal sentir una mezcla de emociones: tristeza, miedo, incertidumbre y, por supuesto, culpa.
Sin embargo, es clave entender que no eres responsable de dejar de amar a tu pareja, porque esto no es algo que se elija o se controle. Lo que sí está en tus manos es la manera en la que decides afrontar la situación y la manera en la que se lo comunicas a tu pareja.
¿De dónde viene la culpa?
Como ya comentamos, la culpa es una emoción habitual en este tipo de situaciones, y ésta puede aparecer por distintas razones:
- Tienes miedo a hacerle daño a tu pareja: Sabes que esta decisión puede causarle dolor, y no quieres ser la fuente de su sufrimiento.
- Tienes creencias rígidas y limitantes sobre el amor: Tal vez creciste con la idea de que las relaciones deben durar para siempre o que dejar de amar a alguien significa haber fallado o fracasado.
- Te influye tanto el tiempo como los recuerdos compartidos: Es difícil dejar atrás una historia construida juntxs, y puedes sentir que “le debes” algo a tu pareja por el tiempo que ha pasado a tu lado.
- Sientes miedo a la soledad o a la incertidumbre: A veces, la culpa se mezcla con el miedo al futuro. No saber qué vendrá después puede hacerte dudar de si estás tomando la decisión correcta.
Pero aquí hay algo que debes considerar: seguir en una relación por culpa no es justo para ninguna de las dos partes. No es justo para ti, porque estarías forzándote a mantener una relación en la que no eres feliz. Y no es justo para tu pareja, porque merece estar en un vínculo en el que le amen de forma genuina. Y si tú ya no puedes hacerlo, es importante que tu pareja lo sepa.
¿Cómo saber si realmente ya no amas a tu pareja?
Antes de tomar una decisión, es importante reflexionar sobre lo que sientes. Si sientes que no quieres ya a tu pareja, ¿es esto para ti una certeza o tienes alguna duda respecto a tus sentimientos? En caso de que tengas dudas, antes de tomar una decisión es importante que intentes aclararlas. Para ello, con el fin de ayudarte a clarificarlas, a continuación te dejo algunas preguntas que puedes hacerte para reflexionar:
- ¿Qué te lleva a pensar que has dejado de querer a tu pareja?
- ¿Qué momentos recientes has compartido con tu pareja que te han hecho sentir que le sigues queriendo, y cuáles te han dejado con dudas?
- Cuando piensas en que no le sigues queriendo, ¿es que no le quieres como compañerx de vida, o es que no sientes la misma intensidad que al principio? Porque en las relaciones de pareja el amor va cambiando y variando en intensidad. Pero lo que sí está claro, es que tienes que sentir suficiente como para seguir queriendo proyectarte a su lado.
- ¿Has notado cambios en tu comportamiento hacia tu pareja? ¿Crees que son estos cambios un reflejo de tus sentimientos actuales o se deben a otra razón?
- ¿Qué papel juega la comunicación en vuestra relación? ¿Sientes que puedes expresar tus necesidades y preocupaciones con total libertad con tu pareja?
- ¿Cómo te sientes cuando estás lejos de tu pareja? ¿La extrañas o te sientes aliviadx?
- ¿Qué expectativas tienes sobre el amor y las relaciones? ¿Son realistas o están influenciadas por ideales poco alcanzables?
- ¿Te esfuerzas por reconectar con tu pareja, o sientes que ya no hay nada que hacer?
- ¿Has considerado cómo tus propias experiencias pasadas pueden estar afectando en tu percepción de la relación actual?
- ¿Cómo te sientes cuando piensas en las dificultades que han enfrentado juntxs? ¿Las ves como oportunidades de crecimiento o como obstáculos insuperables y que puede que te hayan llevado a tener estas dudas?
- ¿Qué cambios en tu vida personal podrían estar influyendo en tus sentimientos hacia tu pareja?
- ¿Te imaginas un futuro a su lado y te sientes feliz con esa idea?, ¿o te abruma pensar en un futuro juntxs?
- ¿La idea de seguir en la relación te genera paz o te produce angustia?
- ¿Qué significaría para ti dejar la relación?
Si después de reflexionar sigues sintiendo que el amor se ha ido, entonces es importante aceptar esta realidad y pensar en cómo afrontar la situación con responsabilidad emocional.
La honestidad como acto de amor y respeto hacia tu pareja
No seguir queriendo a tu pareja no significa que debas alejarte de manera fría o brusca. Al contrario, lo ideal es que puedas comunicarlo con empatía y respeto. Aunque duela, la sinceridad es la mejor manera de cerrar una relación de forma saludable.
En relación a esto, te dejo algunas preguntas más:
- Si estuvieras en el lugar de tu pareja, ¿qué preferirías? ¿que te dijera la verdad o que tu pareja mantuviera la relación por miedo a hacerte daño?
- ¿Cómo crees que a tu pareja le gustaría que se lo comunicaras? (entendiendo por supuesto que le puede doler, aunque se lo digas de la manera más asertiva posible)
- Si te estuvieras planteando seguir la relación sin decirle nada, ¿crees que es justo para tu pareja?, ¿y para ti?
Cuando amas a alguien (aunque ya no sea de la misma manera), lo mejor que puedes hacer es ser honestx. Por esto, es importante que te asegures de:
- Elegir un momento adecuado para hablar. No lo hagas en medio de una discusión o en un momento de alta tensión.
- Ser clarx, pero empáticx. Explica lo que sientes sin culpar ni minimizar a tu pareja.
- Escuchar y validar sus emociones. Es normal que tu pareja se sienta herida, sorprendida o triste. Dale espacio para expresar lo que siente.
- No prolongar la relación por lástima. Si ya tomaste la decisión, mantener la relación por miedo al dolor solo alargará el sufrimiento.
Aprender a soltar la culpa
Es posible que, incluso después de haber terminado la relación, la culpa siga ahí. Si es así, aquí tienes algunas maneras de gestionarla:
- Recuerda que no eres responsable de los sentimientos de los demás. Puedes actuar con respeto y empatía, pero no puedes evitar que tu pareja sienta dolor. Su dolor es parte del proceso.
- Enfócate en la realidad de lo que ha pasado. No has hecho nada malo. No has engañado, no has traicionado; simplemente has sido honestx con lo que sientes.
- Permítete sentir tristeza. Terminar una relación es doloroso, incluso si estás segurx de tu decisión. No te castigues por sentir nostalgia o tristeza.
- Busca apoyo. Habla con amistades, familiares o incluso valora pedir ayuda psicológica, ya que desde la terapia puedes procesar y transitar mejor todo lo que estás sintiendo.
- Cuando te sientas preparadx, enfócate en tu futuro y en otras áreas de tu vida. Este es un momento difícil, pero también una oportunidad para crecer, aprender y abrirte a nuevas experiencias.
Y grábate estas frases a fuego:
- No es tu culpa no seguir queriendo a tu pareja.
- Tú no decides querer o no querer, esto es algo que no podemos controlar.
- No mandamos en nuestros sentimientos, pero sí mandamos en cómo los gestionamos y en qué decisiones tomamos.
No podemos forzarnos a sentir algo que ya no está. Pero sí podemos elegir cómo actuar ante esta situación. La clave para no quedarte atrapadx en la culpa es intentar actuar de la mejor manera posible, para ti y para tu pareja.
Es probable que tu pareja sufra, y que incluso tú, aunque sea tu decisión, también lo hagas. Pero al final, tomar una decisión basada en la verdad es lo más sano para ambos. Porque la clave de una relación de pareja no es que dure para siempre, es que dure mientras sume. Y para que sume deben estar felices en el vínculo ambas partes implicadas en él.
Si tras leer este artículo, sientes que no quieres seguir con tu relación de pareja y no sabes cómo afrontar la situación, no dudes en buscar ayuda profesional.
El espacio terapéutico puede ofrecerte herramientas y estrategias para trabajar en ti, en tu manera de vincularte y de comunicar lo que sientes, así como ayudarte a transitar el duelo por la finalización de ese vínculo. Si quieres realizar terapia online con nosotras, estaremos encantadas de acompañarte.
Recuerda que también puedes seguir aprendiendo por ti mismx con el contenido que comparto en Instagram y en mi podcast.